19/01/2017

Nuevo informe de Greenpeace sobre los riesgos de los neonicotinoides

La organización ecologista Greenpeace ha publicado un nuevo informe sobre “El riesgo medioambiental de los insecticidas neonicotinoides”, cuyo objetivo según reza el propio texto es “es recopilar y resumir la documentación científica publicada desde 2013 sobre la investigación del impacto de los neonicotinoides en los organismos no objetivo y agruparlos en un único informe para ayudar a tomar decisiones fundamentadas”.

Recordemos que en 2013 la UE decretó una prohibición parcial para tres insecticidas neonicotinoides: clotianidina, imidacloprid y tiametoxam, una decisión que será revisada en breve.

Llevado a cabo por científicos de la Universidad de Sussex (Reino Unido), se han encontrado, según señala la nota de prensa emitida por Greenpeace, “riesgos para las abejas melíferas, los abejorros, las mariposas y los insectos acuáticos, con el posible efecto dominó a través de la cadena alimentaria”.

“La evidencia de que los insecticidas neonicotinoides están contribuyendo a la disminución de las abejas silvestres y al agravamiento de los problemas de salud de las abejas melíferas es más fuerte que cuando se aprobó la prohibición parcial en la UE. Además ahora podemos demostrar que a parte de las abejas, los neonicotinoides pueden vincularse de manera plausible a la disminución de las poblaciones de mariposas, aves e insectos acuáticos. Dada la evidencia de un daño ambiental tan generalizado, parecería prudente ampliar el alcance de la actual restricción europea”, ha afirmado Dave Goulson, profesor de biología, experto europeo en ecología de los abejorros y uno de los autores del informe, señala la nota de prensa.

Según explican desde esta organización, también el director de política agrícola de la UE de Greenpeace, Marco Contiero, ha señalado que “La ciencia demuestra claramente que los neonicotinoides son persistentes y omnipresentes en el medio ambiente, no sólo en los campos agrícolas. Estas sustancias se encuentran frecuentemente en suelos, cursos de agua y flores silvestres. Debemos hacer desaparecer de nuestros campos y del medio ambiente las potentes neurotoxinas como los neonicotinoides”

“España, líder europeo en producción agrícola y también en producción de miel y polen, debe ser uno de los principales interesados en proteger a las abejas y demás polinizadores bien como en promover decididamente las alternativas ecológicas. Solo estas fomentan la biodiversidad y garantizan una producción alimentaria hoy y en el futuro”, ha concluido Luís Ferreirim, responsable de agricultura de Greenpeace España.

Y recuerda que en 2014 Greenpeace realizó también un estudio que calculó que en España el 70% de los principales cultivos depende de la polinización por insectos. Además, determinó también que este tipo de polinización supone para la agricultura española más de 2.400 millones de euros anuales (a nivel mundial supone 265.000 millones de euros anuales y para Europa 22.000 millones anuales).

El informe publicado, concluye la nota de prensa, “confirma que los neonicotinoides plantean riesgos significativos para muchas especies, como las mariposas presentes en los campos de cultivo, escarabajos, insectos acuáticos e incluso aves como gorriones y perdices. Los insectos acuáticos se exponen como resultado de la lixiviación de neonicotinoides de los suelos agrícolas, provenientes de las sembradoras y las fumigaciones, bien como de los sistemas de agua de los invernaderos”.

Por ello, basándose en los nuevos hallazgos, Greenpeace ha instado de nuevo “a la Comisión Europea a prohibir totalmente estos insecticidas neonicotinoides, que desde 2013 tienen una prohibición sólo parcial y promover alternativas ecológicas”.

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